Desde hace unos años atrás se identificó la tecnología como una variable necesaria para el crecimiento de las empresas; hoy en día la tecnología está en el centro del escenario y más aún en la continuidad de los negocios. Con el acontecimiento que sucumbió al mundo en este 2020 la variable reveló que el uso de tecnología y sobre todo un software de gestión, mejor conocido como ERP (por sus siglas en inglés) permitió la continuidad de la operación de las empresas, visto de forma ilustrativa la pandemia fue como una ola gigante que nos sumergió a todos por igual y tanto las personas como las empresas buscaron como salir a flote a la brevedad; y si nos
enfocamos en la parte empresarial, aquellas que tenían un ERP fue cuestión de conectarse y continuar con sus actividades esta vez para adaptar la operación a la nueva “modalidad” del teletrabajo, teniendo acceso a información (números) al día y con procesos automatizados les permitió rápidamente tomar decisiones para el mercado actual y reorientar esfuerzos.
Muchos han de decir “este no fue mi caso y tengo un ERP”, justo hemos llegado al factor determinante: ¿qué variable tuvo más peso al hacer la compra de su ERP, precio o innovación? Pensó que con tecnología básica era suficiente para la “toma de decisiones”, para el crecimiento de su empresa, sus estados financieros los tiene 15, 20 o 30 días después del cierre, esto ya es desface para tomar decisiones cuando su competencia los puede tener al siguiente día del cierre o a diario conocer cómo esta su empresa, tenga presente que “la información es considerada el petróleo de las empresas” y ciertamente la pandemia nos adelantó en el uso de la tecnología unos 10 si no es que 15 o más años, desde la educación hasta en las compras de consumo. En este contexto no todos los ERP han sido la herramienta de gestión que las empresas necesitan pues no todos cumplen con la innovación, no todos ponen a disposición de sus usuarios tecnología de primer mundo, no todos soportaron tecnológicamente este inesperado adelanto.
Con frecuencia es el precio la principal variable sobre la cual deciden y comparan soluciones de diferente tipo de la categoría de ERP - este comparativo es tan erróneo como comparar el precio de un carro nuevo versus un carro usado - dejando por fuera las variables que generan valor en la compra de un ERP y su implementación hace a una empresa realmente eficiente, competitiva y rentable.
Un software ERP no solo automatiza e integra los procesos de las diversas áreas de la empresa sino debe brindar el análisis de la información, movilidad sin costo adicional, asistentes que sugieran al usuario en qué actividad enfocar su esfuerzo diario, acceso desde cualquier parte del mundo y esto no viene dado por una instalación en la nube como muchos hacen ver una instalación on-premise puede cumplir esta variable ya que es una característica del software no de la infraestructura donde se instala; “de clase mundial” es decir que es el mismo software en todo el mundo indistintamente si lo adquiere en China, Europa, Norte, Sur o Centroamérica es el mismo ERP, esto le garantiza cobertura y facilidad en el crecimiento en nuevos mercados, así mismo a los usuarios les agrega experiencia profesional valorada a nivel mundial.
Flexibilidad para la integración con otro software y finalmente la experiencia y garantía de quien lo implementa está certificada. Estas son características básicas de un ERP y que, en algunas opciones, cumplir con cada una de ellas es un costo adicional, para otros un desarrollo o módulo adicional y otros ni las consideran en su producto por lo que la empresa se queda con un alcance genérico.
Una característica asociada a la innovación es la actualización (mantenimiento del software) esto asegura que el creador/fabricante del ERP liberará, por lo menos cada dos años, para todos sus clientes nuevas versiones con nuevos aportes tecnológicos que mejoran la gestión y experiencia del usuario y hacen a las empresas mantener una constante transformación digital pues las empresas que no se actualizan tecnológicamente, se estancan y están destinadas a quedar fuera de mercado por operar con tecnología obsoleta.
Luego de revelar algunas de las características que debe cumplir como mínimo un ERP podemos concluir que si nos cerramos a basar una decisión de compra por precio el riesgo de equivocarnos es muy alto o casi seguro y a la vuelta de los años estaremos haciendo nuevamente el proceso de evaluación para optar por el software ERP de mayor adopción por empresas de todos los tamaños y rubros a nivel mundial, incluso hoy en día las empresas que se han equivocado prefieren pasar al gasto ese error e invertir en un software de gestión comprobado e integrado nativamente. Si realiza el ejercicio de comparar precio versus características/beneficios se dará cuenta que lo que inicialmente creía “caro” resulta ser el precio adecuado al tamaño y operación de cada empresa por lo tanto accesible.
Un ERP es una decisión muy importante ya que influye directamente en la competitividad y la cultura organizacional de la empresa por lo tanto no es una decisión de precio sino de calidad e innovación.
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